lunes, 28 de abril de 2008

El gobierno de Zapatero confirma su política económica de derechas eliminando a los ricos el Impuesto sobre el Patrimonio

InSurGente.- ¿Recuerdan los últimos días de campaña electoral, cuando era seguro que la inmensa mayoría de los súbditos estaban dentro del pesebre del bipartidismo y la opción era la "ceja" de uno o la "niña" de otro, y nadie se preocupaba por los programas electorales? Al fin y al cabo, a quién le importaba tan ridicula cuestión. Pues bién, una de las medidas que llevaba en su programa económico el PSOE (votado por millones de trabajadores) era la supresión del llamado Impuesto sobre el Patrimonio. En la práctica supone que desde el 1 de enero alrededor de un millón de personas (casualmente las que tienen más dinero) se ven exentas de pagar el impuesto llamado de los ricos. La juerga y el jolgorio en los diarios económicos más derechistas es absoluta. Ni siquiera el gobierno conservador de Francia se ha atrevido a tanto. La idea del socialiberalismo (antes llamada socialdemocracia) es que si los ricos no paguen ese dinero, para que lo vuelquen en el mercado y dinamicen así la economía. Lo dicho, neoliberalismo con sonrisa, talante y ceja.

Agencias/ El Comercio/ inSurGente.-

El paquete de medidas fiscales y económicas elaborado por el Ejecutivo incluye además la eliminación del Impuesto sobre el Patrimonio desde el 1 de enero de 2008.

La iniciativa ahorrará a alrededor de un millón de contribuyentes (los que tienen más ingresos) 1.800 millones de euros. De esta forma, este año será el último en el que se presente la declaración de este tributo.

La eliminación de este impuesto estaba recogido en el programa del PSOE pero hasta ahora no había sido anunciada como una de las medidas urgentes para "reactivar" la economía.

Supresión del 'impuesto de ricos'
26.04.2008 - José Luis Álvarez Lauret
Una carta en El Comercio Digital
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En mi opinión, si esto tiene algo que ver con el socialismo real que venga el padre del invento y nos lo explique. Da la impresión de que algunos entienden que morirse es un lujo que nos damos por capricho.

Y ahora nos viene el señor Zapatero y, en el primer pleno de su Gobierno, suprime de un plumazo el 'impuesto de los ricos' o Impuesto sobre el Patrimonio, beneficiando con ello no precisamente a los más necesitados, sino a quienes en muchos casos les salen los euros por las orejas. Este señor, lo confieso, no es santo de mi devoción, pero nunca pensé que se iba a atrever a tanto. No quiero ni imaginarme lo que él y sus colegas de equipo estarían diciendo y, con razón, si esta medida la hubiese llevado a efecto un gobierno del PP. Pasaron la campaña electoral amedrentándonos con el peligro de llegar la derecha al poder, y ahora da la impresión de que se referían a ellos mismos. Parece ser que el suprimido impuesto suponía una recaudación de 1.800 millones y que en parte era absorbida por su tramitación, pero aún así, sólo como ejemplo de distribución de la riqueza y solidaridad, pienso que estaba justificado dicho impuesto. No les bastó con rebajar la tarifa del IRPF por arriba para quienes más ganan, pasando del 45% al 43%, mientras que, a la vez, el tramo más bajo de la escala pasó del 15% al 24% y ahora, en mi opinión, nos acaban de dar la puntilla con este mal ejemplo.