jueves, 17 de abril de 2008

EL JEFE DEL CLAN DE LOS PEDERASTAS VISITA AL SEÑOR DE LA GUERRA

Aporrea/ inSurGente.- Con grandes sonrisas, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, recibió en la escalinata del avión al Papa Benedicto XVI, que aterrizó pocos minutos antes de la hora prevista en la base militar de Andrews, en las afueras de Washington DC. Nunca antes el mandatario estadounidense se había molestado en ir a recibir a nadie al aeropuerto, lo que refleja la importancia que Bush le ha dado a la visita del sumo pontífice de la Iglesia Católica.

Bush, acompañado por su esposa Laura y Jenna, una de sus hijas, le estrechó la mano e intercambiaron algunas palabras.

Los periodistas reunidos en la base comentaron que el anterior Papa, Juan Pablo II, solía besar el suelo, pero Benedicto XVI no lo hizo.

El Papa estará seis días en una visita que lo llevará también a Nueva York.

La agenda pública sólo iniciará este miércoles en la Casa Blanca, donde se festejará su cumpleaños 81 en una ceremonia en la que habrá 12.000 invitados, una cifra récord para un evento en la residencia presidencial.

Según la vocera de la Casa Blanca, Dana Perino, se espera que las conversaciones de Bush y Benedicto XVI sean francas y cordiales aunque posiblemente el Papa hable en contra de las guerras en el mundo.

"Hubo diferencias hace años, pero creo que (el Papa y el presidente) están de acuerdo en que la presencia de nuestros soldados (en Irak) fue útil para estabilizar la región y la promoción de los derechos humanos y la justicia", señaló Perino.

Polémica:

A su llegada, el Papa no hizo ningún comentario público pero sí dio una conferencia a bordo del avión de la compañía Alitalia, bautizado como el "Shepherd One" ("el Pastor Uno").

Ahí se refirió a uno de los temas más polémicos de su visita: las miles de acusaciones ante los tribunales estadounidenses por casos de abusos de menores por parte de sacerdotes católicos.

El Papa aseguró que se tomarán las medidas necesarias para que no vuelva a ocurrir lo mismo y dijo sentirse "profundamente avergonzado".

"Excluiremos absolutamente la pederastia del Ministerio sagrado", enfatizó.

Tras diez horas de viaje, el Papa se fue a descansar a la sede de la nunciatura apostólica. Tras saludar a Bush, cada uno se fue en su limosina y sólo se reunirán nuevamente mañana miércoles.

Benedicto XVI viajó en el vehículo con el nuncio del Vaticano en el país, Pietro Sambi, y mucha gente trató de acercarse a la ruta para verlo.

La gran oportunidad será el miércoles cuando Benedicto XVI viaje en el "Papamóvil" tras su visita a la Casa Blanca.

Claro que entre los fieles y el Papa habrá primero un excepcional dispositivo de seguridad, que según los expertos, es el mismo que se utiliza para el presidente.